Me llamaste a las 3:30 de la madrugada, yo en la completa pendeja creí que ya eran las 6:15 mi hora de despertar, me pediste que fuera a verte por tu casa y estúpidamente o ilusamente accedí. Me estacione y me pase a tu coche, poco a poco los reclamos, las verdades calladas, y las decepciones personales fueron brotando, de la misma manera como brota mierda cuando las alcantarillas se tapan.Tus ideas para mí absurdas acerca de cómo debe ser una relación, mi negación a comprometerme al 100% con tigo y con cualquier otro hombre, la decepción de saber que a pesar del cariño, el deseo, y la paradójica necesidad de estar juntos no podemos estarlo, por ser, pensar y actuar de manera tan diferente.
Arrancaste el coche y nos fuimos a un jardín cercano, nunca creí que lo haría en el asiento trasero de un auto, y bueno lo hice, fue intenso peor al final, mi estoicismo por lo que acabábamos de hacer termino por decepcionarte y perturbarte más de lo que ya estabas, no puedes estar con alguien que aparenta no sentir nada como yo, y creo que lo que termino por destrozar el momento fue mi respuesta a tu pregunta de cómo hago para ser tan indiferente, y simplemente te contesté que era porque estoy acostumbrado a ya no esperar nada de la gente.
Será que de verdad, no siento nada, que soy un insensible y un tonto orgulloso, que deja pasar la oportunidad de tener algo estable? No creo, sólo sé que si no me hicieras las cosas tan difíciles estaría feliz de estar a tu lado, pero te empeñas en sacarme de quicio, y pensar de la manera más opuesta a como lo hago yo, y eso en verdad mata el anhelo de la pareja feliz que en su momento imagine con tigo.


